La importancia en la gestualidad que tiene un político a la hora de dar su mensaje hacia el público revela aspectos muy importantes de su personalidad. El análisis de la comunicación no verbal de los líderes es una de las materias fundamentales a estudiar en el marketing político ya que se transforma en un componente primordial de su perfil.
Obviamente no todo es arte de magia; el marketing político no puede hacerlo todo y hay cualidades innatas propias de las personalidades de cada ser humano. Sin embargo, existen características que se pueden explotar más profundamente para favorecer a un candidato político: posturas, gestos, ademanes y expresiones. Estas influyen benévolamente o negativamente y en forma inmediata en las personas que perciben sensaciones disímiles de acuerdo al político que tengan enfrente, resultándole más o menos carismático.
En los extractos de un documental producido en España se trató de analizar el carisma de los políticos. Los estudios realizados concluyeron que la mayoría de las personas puede determinar claramente los estados de ánimo de un líder político con sólo ver su cara en cuestión de algunos segundos.
Los gestos positivos y negativos, las expresiones de tristeza, nerviosismo y hasta el stress que transmiten los rostros de los políticos son captados inmediatamente por los cerebros de las personas que asimilan percepciones sobre la seguridad que tienen en sí mismos, pero también el grado de autoridad que poseen y la afinidad empática con la cual se identifican.
De acuerdo a varios especialistas la clave del carisma popular que tienen los líderes políticos se encuentra determinado generalmente por tres elementos fundamentales: autoridad, energía y felicidad.
Aún se analiza el impacto que tuvo la imagen de un líder como Obama en las últimas elecciones norteamericanas. Aunque hay que afirmar que uno de los principales factores a favor del nuevo presidente de los EE.UU es su intachable imagen, parte de ella está conformada por una retórica brillante al momento de dirigir sus discursos al pueblo.
El carisma radica en estimular sensorialmente al público para provocar de ánimo ánimo y sin lugar a duda, el fenómeno que provoca un líder político carismático va de la mano con una precisa combinación de autoridad, credibilidad y empatía. Sólo mediante estos tres componentes se puede transmitir seguridad a los ciudadanos.
Para determinar como es el impacto de la imagen de un político, en el del documental se puede observar un estudio realizado a un grupo de personas a quienes se les mostró varias síntesis de discursos políticos en un televisor. Los líderes políticos variaban, desde Ronald Reagan, pasando por Geroge W. Bush, Tony Blair hasta Jacques Chirac, entre otros.
El estudio lo llevó adelante el profesor de psicología política en la Universidad de Lovaina (Bélgica), René Zayan, quien es un experto en el análisis de los gestos y las expresiones faciales. Según Zayan, estas gesticulaciones proporcionan más información sobre el carisma de un líder que sus palabras. Además coincide en que la personalidad carismática de un líder político debe mostrar seguridad, empatía y credibilidad, aunque piensa que se debe agregar el humor como factor imprescindible: la capacidad de hacer reír en un discurso acerca a las partes (político y gente) y permite controlar las emociones de las personas.
De todos modos, entre estas características mencionadas, la clave del carisma radica en transmitir seguridad. Por eso resulta de gran importancia detectar cuál es la principal inquietud del pueblo y el político debe demostrar que es capaz de resolverla demostrando seguridad.
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