Los diputados locales, opositores y aliados al actual régimen, ya se constituyeron en un real Poder Legislativo, con la autonomía que brinda la fortaleza financiera para instrumentar antes que nadie sus precampañas que buscan consolidar el proyecto de la siguiente candidatura con un fondo individual de 15 millones de pesos.
La cantidad no es despreciable. Ya la quisieran la mayoría de los políticos que intentarán saltar a la siguiente liana en las competidas elecciones de 2012.
Por lo pronto, los congresistas sonorenses ya disponen de 3 millones de pesos para la ejecución de obras que entregarán a sus representados en sus distritos o municipios de influencia. El presupuesto total asignado a cada legislador para diferentes tareas de lucimiento personal y grupal asciende a 15 millones de pesos.
Pero no todos los diputados aspiran a ocupar otro puesto de elección popular. Habrá algunos que se ubican en su propia circunstancia, conscientes de que se pondrán en manos de sus partidos para brincar a la siguiente posición. De estos representantes populares ¿se podría esperar un acto de honestidad para repartir los recursos asignados?
Aunque también los privilegiados que ya están casi palomeados para ser dados de alta en la próxima batalla electoral, deberán hacer su guardadito para lo que pudiera ofrecerse.
Esa es la fuerza de la costumbre en la actividad política. Y hoy, con un gobierno de alternancia, no será la excepción. Por eso el Poder Ejecutivo cedió una buena parte de recursos a los diputados. Sería interesante saber de cuánto fue la transferencia acordada.
Se habla de que en total fueron 500 millones de pesos los que el Poder Legislativo le arrancó a su par, el Poder Ejecutivo.
Eso apenas los negociadores en jefe lo sabrán.
¿Y el acueducto?
Hace rato que me llegó la información, pero no había sido posible darle curso: El gobierno estatal habría retirado el estudio de impacto ambiental que autoriza la construcción del acueducto que traerá agua desde la presa El Novillo.
Sin ese requisito técnico, la obra no se puede ejecutar.
Al parecer el retiro fue por posibles errores cometidos en la elaboración del estudio.
Y hasta donde sabemos ninguna clase de trabajos se realizan en esa obra, cuyo inicio fue ampliamente difundido y después ya nada se supo.
Primero fueron los líos legales que se ventilan en juzgados y ahora esto.
Dicen los que saben que un estudio de impacto ambiental cuesta entre 40 mil y 50 mil pesos. Una bicoca para el gobierno, pero sin ese papelito no se puede iniciar esa obra, aunque ya haya registrado un inicio mediático.
La lana disponible para la construcción del acueducto no es precisamente una independencia financiera, ya que nada más es la obtenida en el presupuesto federal, y con candados estilo Houdini, porque en el Congreso local no se autorizó ni un cinco para la obra consentida del sexenio.
En otro tema acuático, reportan que el gasto de los trabajos de rehabilitación y mejoramiento de la laguna del Náinari, en Ciudad Obregón, resultó más danzante que sus aguas. Hay tres versiones sobre su costo: 4 millones, 45 millones y 70 millones de pesos.
Como se ve, hay una enorme diferencia entre la primera y la tercera versión.
Y todavía hay cajemenses que se quejan de las famosas fuentes danzantes, cuya ejecución requirió cercenarle a la laguna 15 valiosos metros, para que los asistentes puedan disfrutar del espectáculo una hora en las noches de sábados y domingos.
Entre el acueducto y estas fuentes danzantes traen bien dividida a la sociedad cajemense. El costo final no será social, sino electoral. Para esto falta mucho, pero como las precampañas ya empezaron el ruido político se incrementará paulatinamente.
Cuando veo todos estos movimientos político-electorales y de negocios, se me viene a la mente una famosa frase que nunca perderá vigencia: Los romanos, hábiles en el manejo de la política, dictaron su sencilla fórmula: Al pueblo, para mantenerlo contento, hay que darle pan y circo.
sonorapresente.com, ya casi
Con permiso de los medios amigos que me hacen el favor de publicar Bisturí, me permito comentar que ya casi subimos a la red la página web sonorapresente.com.
No seremos los mejores ni los peores. Simplemente trataremos de hacer periodismo sin cortapisas, a nuestro estilo, humilde pero con corazón.
Así que ya mero, caros lectores.
Como en todos los inicios, seguro habrá errores.
Esperamos que sean pocos.
Pero prometemos mejorar día a día, con el compromiso de ofrecer un mejor producto.
Despacio que llevamos prisa.
José Luis Parra
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