Paradojas de la vida: ahora Dolores del Río es el Grinch del PAN

El Zancudo

Arturo Soto Munguía

Cómo da vueltas la vida. Aquel invierno de 2008, cuando el PAN decidió que Javier Gándara Magaña fuera su candidato a la alcaldía, la ex alcaldesa María Dolores del Río exclamó: “se me apareció el Grinch”, en alusión al personaje de un film, cuya misión era robarse la navidad.

Seis años antes, en 2002, Del Río ganó la candidatura precisamente a Gándara Magaña, en una convención realizada en el Gimnasio Municipal, donde se votó libremente por parte de la militancia. Ella venía de ser diputada local, cargo al que llegó por la vía plurinominal y gracias a un reacomodo en la lista, que le favoreció.

Comenzaba a transitar en ese entonces el camino de “la onda grupera”, como alguien llamó a las corrientes que se iban articulando al interior del PAN sonorense, después de aquel 1997, cuando Manuel Espino Barrientos llegó a Sonora como delegado del CEN, para recomponer la organización, desconociendo la candidatura de Adalberto Rosas López y designando a Jesús Salgado Bojórquez como su candidato a gobernador.

Dolores formó filas al lado de Pancho Búrquez, el propio Salgado (ambos venían de Coparmex), entre otros; mientras en las filas del corralismo (que encabezaba Ramón Corral, obviamente) se integraban nuevos elementos, algunos provenientes del PRI, como el mismo Guillermo Padrés Elías.

Dolores del Río nació a la vida partidista en el PAN y creció en ese partido. Hasta la semana pasada, cuando decidió renunciar a su militancia de 17 años, después de una serie de valoraciones personales, a propósito de sus expectativas para volver a contender bajo esas siglas como aspirante a la presidencia municipal de Hermosillo.

La cargada a favor del candidato oficial, el diputado federal Damián Zepeda ha sido impresionante. Las condiciones de inequidad y las triquiñuelas predecibles para pasarle por encima en una elección interna amañada y manipulada, sólo catalizaron una decisión que ya había venido considerando desde hace aproximadamente un año.

Con su renuncia, vaya paradoja, María Dolores del Río se convierte ahora en el Grinch de un PAN que se olvidó de los valores democráticos y los sustituyó con las prácticas mapacheriles que en algún tiempo cuestionó tanto al PRI.

“¿Que si le voy a abrir un boquete al PAN?”, se pregunta. Y ella misma se responde: “Yo no le voy a abrir nada. Ellos solitos se lo abrieron; ellos son los que tienen que cuidar a su militancia y no lo han hecho”, sostiene, al informar que al menos tres de los integrantes de su equipo le han seguido los pasos y ya presentaron su renuncia al blanquiazul.

Yo no los estoy motivando para que lo hagan. Esa es una decisión personal; muchos me han preguntado que si cuándo deben renunciar, pero yo entiendo que en algunos casos, eso les podría costar su trabajo, y no es bueno que eso suceda, apunta.

Hoy, María Dolores del Río asegura que aparecerá en las boletas electorales, seguramente bajo las siglas del Movimiento Ciudadano, que es el partido con el que ha tenido más acercamiento, concretamente con uno de sus líderes más importantes, el jalisciense Enrique Alfaro. Ha recibido ofertas también del Partido Humanista y del Partido Encuentro Social, así como un primer contacto con dirigentes nacionales del PRD para ofrecerle la candidatura del Sol Azteca al gobierno del estado.

Esta última, dice, no se encuentra entre sus expectativas. De hecho, su decisión inicial fue en el sentido de competir como candidata ciudadana, pero las reglas para hacerlo bajo esa modalidad no están muy claras en la legislación estatal, y en la federal, se convierten en obstáculos difíciles de sortear: “casi te piden que formes un partido político”, explica.

Los efectos de la candidatura de María Dolores del Río a la alcaldía aún no han sido suficientemente valorados, pero se estima que el principal damnificado será el propio PAN capitalino, ya que la ex alcaldesa mantiene una fuerte presencia entre los hermosillenses que tradicionalmente votan por ese partido, y que han visto el proceso de descomposición en el que ha entrado de unos años a la fecha, mimetizándose en lo peor del priismo contra el que siempre se opusieron.

Es decir, la señora no tiene base de apoyo en ese padrón que desde que inició este año fue confeccionado con chambistas de ocasión, para hacer ganar al candidato oficial. Ese padrón, sin embargo, no llega a siete mil ‘militantes’, mientras la alcaldía se gana con el voto de más de 120 mil hermosillenses que en todo caso se identifican más con el PAN tradicional, que con ese neopanismo rampante.

Por otro lado, la virtual candidatura de Damián Zepeda es considerada una imposición del actual grupo gobernante y representa más de lo mismo. De hecho, la aparatosa propaganda con que publicita su segundo informe como diputado resulta ofensiva por el grosero desplante de recursos públicos que se están dilapidando en la promoción de un muchacho que no conecta con la sociedad y antes bien, se proyecta como el candidato de la continuidad del grupo padrecista, que se mantiene con enormes niveles de carga negativa entre los electores.

Por último, Dolores del Río asegura que en el PAN deja muy buenas amistades, gente con la que sigue teniendo contacto y con quienes seguramente mantendrá en el ámbito de sus afectos.

II

Ayer se llevaron a cabo las elecciones en el Sindicato de Trabajadores del Isssteson, resultando electa Xóchitl Preciado. Esta es la tercera vez que gana, después que en las dos ocasiones anteriores, con argucias legaloides le desconocieron el triunfo.

Se supone que las autoridades deberán darle la ‘toma de nota’ en estos días, aunque por los antecedentes del caso, es previsible que desde el gobierno del estado se vuelva a operar para mantener a la base trabajadora del Isssteson sin su representación sindical.

Esta tercera elección estuvo reñidísima, ganando la planilla Amarilla que encabezó Xóchitl Preciado con 704 votos. La planilla Naranja, que encabezó nuevamente Aracely Molina obtuvo 680 votos, y la planilla verde, de Nancy García obtuvo 274 votos.

Se supone que no debería haber mayores problemas, pues al inicio de la asamblea de este domingo, los representantes de las tres planillas en contienda firmaron un pacto de civilidad para respetar el sentido del voto, y poner fin de una vez por todas a este largo y complicado proceso de elección.

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