Cuando las personas toman la decisión (ya sea consciente o inconsciente) de seguirle como líder, lo hacen principalmente impulsadas por uno de estos dos motivos: su carácter y sus habilidades. Desean saber si usted es la clase de persona que quieren seguir y si, además, posee las habilidades para llevarles aún más lejos...
Existen sin duda otras variables, pero estas dos son "el alma de la cuestión". En este artículo, nos centraremos en el tipo de habilidades que hacen que las personas sigan su liderazgo... y -más precisamente- en los errores que los grandes líderes no cometen!
1. No aprovechar la inercia: Para incrementar la efectividad de su liderazgo, deberá aprender a "subirse a la ola" y aprovechar el impulso de la inercia. La inercia positiva, por supuesto. Cuando experimentamos un mal momento, naturalmente tratamos de detenernos y eso es bueno... pero muchas personas tienen tendencia a hacer lo mismo durante sus buenos momentos! Y así pierdan la fuerza impulsora de la inercia. Este tipo de reacción se produce debido a nuestro deseo natural de "tener control"... o de nuestro miedo a perderlo. Lamentablemente, cuando tratamos de controlar una situación, frenamos el flujo de aquello que está sucediendo.
2. Vanagloriarse de los privilegios del liderazgo: El liderazgo tiene sus privilegios, nadie lo duda. ¡Y es natural que los tenga! El emprendedor que crea una compañía debe ser recompensado por los riesgos que toma. Desgraciadamente, muchas personas resienten el éxito de otras, aún si trabajaron muy duro para lograrlo... Por tal motivo, un gran líder no se expone sus privilegios, ya que podría provocar una ruptura entre sus seguidores y comprometer su habilidad para liderar.
3. Contratar personas que no les desafíen: Un gran líder siempre intenta trabajar con personas que son mejores que él. Muchas personas, al momento de contratar, piensan: "Si contrato a esta persona me traerá problemas, se dará cuenta de todos mis errores y, además, hasta podría robarme el puesto". ¡NO haga eso! Si son mejores que usted, crecerán juntos como equipo y usted seguirá siendo el líder. Las personas apreciarán y respetarán su habilidad de contratar -y liderar- un equipo de talento.
4. No tener una mano derecha que le complemente: Un líder tradicional, para poder sentirse cómodo, posee un "segundo al mando" que es como él. Un gran líder, necesita "una mano derecha" que pueda realizar todo lo que él/ella no puede. Una persona que le complemente, tanto en su estilo como en sus habilidades. Esta vez el viejo adagio es cierto: "Dos cabezas son mejores que una".
5. No delegar el Poder: Un líder tradicional quiere hacer cuanto pueda, para ser visto como "un gran trabajador". Piensa que está liderando con el ejemplo. Un gran líder sabe que debe facultar a otros, para que hagan el trabajo y tomen las decisiones, si desea que la organización crezca. Debemos enseñar a los demás a liderarse a sí mismos, aún si esto implica que fallen en sus primeros intentos. ¡Esta es la manera de multiplicar el liderazgo, a través de toda la organización, para llevarla mucho más lejos!
6. No ser capaz de tomar duras decisiones: El liderazgo es una sumatoria de decisiones. A aquellos que no son líderes, no les agrada tomar decisiones porque operan desde un punto de vista subjetivo. No pueden ver la totalidad de la imagen, el resultado final de algo, la "salud general" de la organización y focalizan su atención en la parte que está enferma, en quien puede molestarse por algo, o en quien puede perder su trabajo. A pesar de querer ser sensibles a muchas cosas, los grandes líderes comprenden que -ciertas veces- deben tomar duras decisiones por el bien de la organización y las toman7. Tratar de no tener "bajas": Esta quizás sea la mayor lección que un líder puede aprender. Un gran líder sabe que, a medida que la organización avance y cambie de terreno, habrá bajas. En la película "Gladiador" un oficial llega para advertirle a Maximus que las tropas no están totalmente listas para el combate. Maximus responde que la otra parte está punto de moverse y, si ellos no lo hacen primero, perderán la batalla. El oficial comienza a decir "Las bajas serán demasiado grandes...", pero Maximus interrumpe y en su lugar dice: "Las bajas serán aceptables".
No debemos buscar ni disfrutar "tener bajas", sino comprender que sin duda existirán y que debemos aceptarlas, como parte del proceso natural de cambio y movimiento de nuestra organización.
Club Efectividad