El
Zancudo / Arturo
Soto Munguía
Muchos
temas en la grillísima agenda local, que obligan a hacer una especie de
miscelánea zancudera, tratando de incluir al menos los temas que
aparecen más relevantes.
Comenzamos
con la decepción general que provocó el enterarse que el joven Manuel Eduardo
Rábago Ibarra, aspirante a la candidatura independiente al gobierno del estado,
resultó ser un hombre de paja, una ficha del padrecismo con la que pretende
golpear a sus adversarios y fortalecer posiciones del blanquiazul en la
contienda.
Me
incluyo entre quienes recibimos con entusiasmo la noticia de que un joven
hermosillense buscaba incorporarse a la contienda, pues eso le daría un toque
de frescura y quizá conquistara la simpatía de un número significativo de
votantes, cansados de los políticos tradicionales.
Pero
el gozo se fue rápidamente al pozo. Ya se descubrió que en realidad, el
muchacho es ‘piloteado’ por el consejero electoral filopanista, Octavio
Grijalva, en dupla con el asesor jurídico del PAN, Sergio Gutiérrez Luna,
quienes buscan impulsar esa candidatura, no tanto para acarrearle votos al PAN,
sino para restarle al PRI, hoy por hoy su principal rival en la contienda.
Grijalva
y Gutiérrez buscan además, y así lo están promoviendo al interior del Instituto
Estatal Electoral, que al muchacho se le duplique el presupuesto para
candidatos independientes a la gubernatura, para que le sean asignados 4
millones de pesos.
Obviamente,
según los trascendidos, tanto Gutierrez Luna como Octavio Grijalva aspiran de
paso, a su respectiva comisión, porque tampoco se trata de dejarle al joven
esos cuatro apetecibles millones, no vaya a ser que comience a gustarle la
lana, y luego no lo puedan sacar ni con humo de la nómina del decadente
padrecismo.
Fue
un buen intento, sin duda, pero se les descubrió el teatro muy rápido.
II
Y
el otro teatro que se vino abajo, como se esperaba desde hace unas semanas, es
el que tenía montado junto con sus
huestes, José Guadalupe Curiel, el depuesto presidente estatal del PRD, a quien
ayer le oficializaron su condición de ex presidente, después de una reunión con
el dirigente nacional Carlos Navarrete, así como representantes de las diversas
corrientes del perredismo sonorense.
Allí,
a Curiel lo pusieron entre la espada de su extraño perredismo y la pared del
padrecismo, para que se hiciera a un lado de la dirigencia estatal, misma que
será asumida por una Comisión Provisional Nacional que se hará cargo de la
conducción de todas las acciones del PRD en Sonora.
Los
acuerdos firmados en ese encuentro, Curiel incluido, van en el sentido de
instalar una mesa de diálogo que buscará contribuir a la unidad del partido y
buscar candidatos y candidatas para los distintos cargos de elección en
disputa.