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lunes, 5 de enero de 2015

Se perdió el rumbo: la analogía Bours-Padrés


Armando Vásquez Alegría




UNA DE LAS reflexiones que más me ha llamado la atención es la que realizó uno de los integrantes del gabinete de Guillermo Padrés que mejor calificado se encuentra. Su análisis giró en torno a la pérdida de rumbo de quienes integran el nuevo Sonora.
Si bien es cierto, al inicio del sexenio se contaba con objetivos medibles en base a un plan estratégico que abarcaban los tres rubros principales de todo gobierno (político, económico y social), los mismos se fueron desgastando poco a poco hasta desaparecer. Hoy, el único rumbo que hay es el de la supervivencia del puñado de “amigos” que rodean a Padrés.
Al gobernador Padrés se le salieron de la mano los diferentes controles en el aspecto político sobre todo cuando de soltar poco a poco el poder se trata y ello ocurrió principalmente en las elecciones intermedias cuando parte de su equipo hubo de abandonarle para avocarse a participar en diferentes candidaturas.
No supo desarrollar una adecuada operación cicatriz y ante una falta de liderazgo que lógica y naturalmente se pierde, utilizó el control total (“si no estás conmigo, estás contra mí”), como herramienta de cohesión y  sujeción, de allí que a meses de acabar su sexenio continúa con la misma tónica de sostener a sus amigos en sus cargos sin entender que en esto de la administración pública se requiere la oxigenación de los puestos.
Y hasta a Juan Bautista Valencia, dirigente del PAN desde el 2010 y reelecto hasta el 2016, le estacionó en su cargo sin permitirle moverse.
Pues esa estructura perenne es la que atascó su trabajo político, porque hay un detalle: los números en materia económica y social según el Inegi le son favorables. Insisto, no así el aspecto político que no supo manejar de manera adecuada.

Se me figura un tanto al gobierno de Eduardo Bours en este aspecto quien, al igual que Guillermo Padrés, contaba con momios favorables en los terrenos mencionados, salvo el aspecto político.
No entendieron ambos que gobernador no deja gobernador, que no iban a pasar a la historia como estadistas y que tampoco iban a ser presidentes de este país, cuya paranoia y creencia les llegó a ocupar una parte de su cerebro después del tercer o cuarto año de gobierno cuando pensaron y trabajaron erráticamente ambos para lograr ese objetivo.
 Tanto Bours como Padrés, manejaron a sus respectivos partidos con puño de hierro y los destrozaron en su interior al no abrir la puerta del diálogo ni escuchar razones de peso como la que señaló ayer en su conferencia de prensa David Figueroa al enfatizar la falta de oportunidades para participar como candidato.
Centraron ambos sus decisiones en un solo aspirante sin abrir el abanico para diseminar el golpeteo natural cuando de un solo ungido se trata. La llave de los recursos económicos estuvo en manos de un Eduardo Bours que no quiso disgregar un poco de poder y mucho menos permitirle al entonces aspirante, Alfonso Elías, la conformación de cuadros propios cuando el tenor lógico es que en la política mexicana “muera el rey, viva el rey”, se le deja “respirar” al candidato.  Eduardo podrá decir muchas cosas, que el ABC, que esto y que lo otro, pero allí están los resultados. Lo mismo le va a pasar a Padrés si no deja actuar a su oficializado Javier. Si a Salinas le pasó…
Otro punto en la analogía de un mal manejo político es la tumba que significa este tipo de descuidos. ¿Dónde anda Eduardo Bours?, sabe. ¿Usted como ciudadano común va a querer tomarse una selfie con Guillermo Padrés cuando deje la gubernatura?... su puñado de amigos obviamente que sí, pero no todos.
El otro detalle es que sufrirá, al igual que Bours la indiferencia de la sociedad, la soledad de lo que pudo ser y no fue pues, suponiendo sin conceder que ganara Javier, se iniciaría una nueva época en la cual Padrés no tiene cabida, ni sus amigos y familiares. Podrá ser protegido, pero entre más lejos de Sonora, mejor.
Es cosa de intereses y de castas del poder, pues sin duda alguna la rancia clase social alta de Sonora no fue beneficiada en este sexenio y no creo que le vayan a tratar bien, ni en el norte, ni en el sur, donde no podrá pararse.
Insisto, ¿dónde está Eduardo quien no aprendió a manejar adecuadamente el poder político y pasó a la historia como el gobernador que entregó al PAN el poder? Así le va a pasar a Guillermo. Eso sí, como dice Manlio, en política más vale lealtad que capacidad, ¿cuánto tiempo le durará esa lealtad de sus amigos al gobernador una vez que deje el cargo?... le debería preguntar a Bours.
Usted súmele otras características similares en materia política a los dos virreyes.
Y sobre la actitud de David Figueroa de no querer servir como patiño a Javier –quien se consiguió a Pancho García--, me queda claro que  no se le ve amargado, David sabe que tiempos traen tiempos y el hecho de no participar como candidato no significa necesariamente que el equipo y estructura conformada a nivel estatal en sus giras, sea desaprovechada. De hecho, a como veo las cosas, a David y sus gentes les puede ir mejor, pero no en estas elecciones, sino más delante.
En fin, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

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