Una alimentación equilibrada permite no solo afrontar las diferentes etapas en la vida de la mujer, sino también mantenerse esbelta y saludable. La dieta ideal será aquella que satisfaga sus necesidades alimenticias, que aporte los nutrientes necesarios y que se ajuste a sus gustos y preferencias personales. Debe aportar energía dependiendo de la edad y el ciclo de vida, así como de la actividad desempeñada.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía y provienen de los cereales, tubérculos y azúcares. Las proteínas son necesarias para el desarrollo de la masa muscular y la reposición de tejidos. Las encuentras en las carnes, pescados, legumbres, huevos y lácteos.
Las grasas intervienen en la producción de hormonas. También son una buena fuente de energía, aunque debe consumirse con moderación y dar preferencia a las de origen vegetal. Las principales fuentes son los aceites vegetales y nueces. No olvidar beber agua y hacer ejercicios.
Nutrición, Salud y Bienestar
Luis Cortez