No solo café / Azalea Lizárraga
Qué satisfacción para los sonorenses saber que la Universidad de Sonora confirma nuevamente su liderazgo académico, científico y cultural, ya que, según el Ranking 2016 de las Mejores Universidades de México, está clasificada en el primer lugar de la zona noroeste del país y de las 20 mejores instituciones de educación superior a nivel nacional.
Si todos nos ponemos las pilas, la UniSon es y seguirá siendo la máxima casa de estudios del estado, ya sea por su ubicación geográfica en los 6 municipios más importantes del estado y los más de 30 mil “proyectos de vida” que en ella se forman y conforman, sus estudiantes pues; como por ser semillero del arte y la cultura estatal, por mencionar sólo algunos aspectos que la hacen ser tan grande como sus fundadores soñaron que sería con el devenir de los años.
Excelente noticia que se suma a la alegría que todos sentimos la semana pasada al enterarnos que se había conjurado el fantasma de la huelga. No es una exageración decir que Sonora estuvo “en vilo” esperando el desenlace de las negociaciones que anualmente se llevan a cabo entre las autoridades administrativas de nuestra Alma Mater y los dos sindicatos que tienen la titularidad en la misma, el Sindicato de Trabajadores Académicos, STAUS, y el de Trabajadores y Empleados, STEUS.
Hay que reconocer también que ha cambiado la sensibilidad de la gente respecto de la forma de cómo se negocian tradicionalmente mejores condiciones de trabajo; cada día son más las voces que consideran que los universitarios debemos transitar hacia nuevas formas de dirimir nuestras diferencias y avanzar en el ámbito laboral y no recurrir a prácticas que, aunque previsto por la ley, tan solo van minando la imagen que institucional y profesionalmente la población tiene respecto de nuestro quehacer y proceder.
Los universitarios somos como una gran familia en la que hay de todo, los buenos y los no tanto; donde muchos trabajan y otros fingen hacerlo; los que dan lustre y honor al título de profesores o trabajadores universitarios; los hay quienes se saben al revés y al derecho el Contrato Colectivo de Trabajo para ver cómo sacan la mejor tajada de cuanta cláusula les pueda favorecer y los que jamás han hecho uso de ellas, porque el trabajo y su responsabilidad son su mejor arma contra todo y porque creen en los valores y conceptos “anticuados” que definen al buen maestro, al trabajador, o al empleado universitario.
Y en la locura de esos días, fue alentador constatar que muchos jóvenes universitarios se dieron cita para escuchar, hablar y participar en temas como emprendimiento, innovación y cómo será la economía y el desarrollo social en los próximos años.
Lo más interesante, que los jóvenes saben ya que para adquirir las competencias necesarias para crear empresas, innovar y ser competitivos –en todas las áreas del conocimiento-, requieren formarse con una visión global. Y eso solo lo podrán hacer con profesores altamente preparados y habilitados, e indiscutiblemente, con el uso de la tecnología.
Coincidimos en lo expresado respecto de que las universidades que quieran ser protagonistas del futuro tienen que tener una planta de profesores investigadores que publiquen y se preparen en la globalidad, porque el mundo cambió y nuestra universidad debe ajustarse a ello para seguir ostentando el prestigio que siempre ha tenido. Y esto es una exigencia y un problema internacional que rige para todas las universidades.
Claro está, la planta académica debe recibir el apoyo institucional para ello, amén de la inyección de recursos que los gobiernos estatal y federal deben destinar a la investigación, la ciencia y la tecnología.
El tiempo de los jóvenes es sumamente valioso. No debemos ser los adultos quienes entorpezcamos sus oportunidades de trascender y ser elementos clave de transición para un mejor entorno en todos sentidos.
Los contrapuntos
No podrán quejarse de su poder de convocatoria nuestros amigos de Contrapunto 10, quienes este pasado miércoles 20 celebraron su XVII aniversario en un desayuno que congregó a diversos personajes de la clase política de todos los colores y sabores, así como medios de comunicación.
Original y elocuente mensaje de Elma Noelia Lara que, de alguna forma, dio pie a que la gobernadora Claudia Pavlovich les felicitara por su perseverancia en esto de ejercer la libertad de expresión y la crítica constructiva para que los servidores públicos puedan mejorar su actuar en beneficio de la sociedad, así como algunas reflexiones sobre el actuar de las redes sociales en nuestros tiempos.
El grupo se creó en torno a objetivos comunes como la superación profesional, tener presencia y fortalecerse en un entorno tan competitivo, cambiante y exigente como lo es la comunicación y el periodismo, y hasta hoy lo han hecho bastante bien. Son un grupo de 12 mujeres y hombres: Jesús Ruiz, Hilario Olea, Carlos Romero, Rafael Cano, José Roberto Morales, Felipe Medina, Armando Vázquez, Irisdea Aguayo, Elma Noelia Lara, Elma Laura Ahumada, Luz Mercedes Moreno y Rosario Segura, que sin duda seguirán vigentes por muchos años más. No cualquiera... ¡Felicidades!
@Lourdesazalea