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viernes, 10 de octubre de 2014

El síndrome de Orson Welles o… ¿Qué pasó en Hermosillo?


*Profr. Gustavo Canizález Cedano.
            El personaje en alusión  fue director, guionista y productor de cine estadounidense  cuyo pasaje más recordado en la historia radiofónica de ese país,  es aquella narración de la obra “The War of the Worlds” en donde fue tan real su alocución que puso en revuelo a una gran parte de la sociedad de la época porque se creyeron que los extraterrestres estaban invadiendo la Tierra, que era la trama central de la obra artística.
            En aquel entonces, en Estados Unidos como en el resto del mundo, la comunicación masiva se daba a través de la radio, puesto que la televisión apenas estaba  en su etapa de expansión. De tal forma, que la gente se la llevaba pegada a la emisora en donde escuchaban variedad de información. Al escuchar el relato de la obra “Guerra de los Mundos”, lo tomaron como si hubiera sido una noticia verdadera por parte de las autoridades, provocando pánico y paranoia colectiva. El Señor Welles, con sus extraordinarios dotes artísticos, hizo que la gente saliera caóticamente a proteger a sus hijos contra los supuestos malvados que venían apoderarse de los terrícolas y hacerlos sus esclavos o exterminarlos. De esa magnitud fue el impacto negativo entre los habitantes de la región. 
            Actualmente la comunicación ha evolucionado de manera vertiginosa y con ilimitados alcances. Las personas utilizan la televisión con un número indeterminado de canales; asimismo  tienen acceso a estaciones radiodifusoras casi en la totalidad de los cuadrantes. Pero lo más importante, y producto de este artículo, es que la información se comparte prácticamente de manera instantánea por medio de las redes sociales. Es increíble la forma en que hoy se da la comunicación entre la gente, independientemente del lugar en que se encuentre.
            ¿Pero, es ésta una ventaja o una desventaja? Si nos remontamos al 30 de octubre de 1938 fecha en que se generó el fenómeno “Welles”, el problema era que la gente no tenía otra forma de informarse más que la radio estacionaria -porque no había ni siquiera radios portátiles-  por lo que las personas tenían que estar atentas a la radio. Luego entonces,  la desventaja que creó la exacerbada  psicosis, fue la falta de medios informativos que contrarrestaran lo que se estaba trasmitiendo en ese momento.
            En estos tiempos, lo que sobran son precisamente fuentes de información. Algunos estudios aseguran que el gran problema del ser humano es que está “infostado” o “infoxicado”; es decir que está atiborrado de información, buena o mala, pero información al fin. Eso fue precisamente lo que sucedió en Hermosillo, capital del Estado de Sonora.
            Todos los hermosillenses entraron en pánico porque nos “invadían los narcotraficantes”. Por facebook, twitter, mensajes de texto, whatsapp, correos electrónicos, entre otras redes sociales corrieron como reguero de pólvora que había decapitaciones, que estaban robando niños y niñas para quitarles sus órganos y venderlos en el mercado negro (como si eso se pudiera), que estaban robando jovencitas para prostituirlas, que habían decretado estado de queda en todo el municipio; tanto fue la psicopatía colectiva, que las autoridades estatales de seguridad, con todas sus torpezas de comunicación, tuvieron que salir a calmar el nerviosismo que se había generado entre la población en general.
            Si bien es cierto, los cárteles de la droga están operando en muchas ciudades del país, y Hermosillo no es la excepción; excesiva venta de drogas en las calles y barrios son señales  inequívocas de su existencia. Además,  lo ocurrido en esta comunidad fue el asesinato de dos personas el día lunes 6 de octubre y otra más al siguiente día, provocando con ello una movilización fuera de lo común  de todas las corporaciones policiacas. Ambas cosas, la torpeza comunicativa del Gobierno del Estado y los asesinatos fueron detonantes para que las redes sociales, de forma irresponsable, manejaran información incorrecta.
            De tal manera que antes las personas batallaban con la desinformación, hoy su problema es el exceso de información. La disyuntiva del individuo moderno es que  deben tener mucho cuidado con lo que leen o escuchan en las redes sociales. No todo es verdad, pero tampoco no todo es mentira. Hay que saber discernir  y digerir la información. Las redes sociales y los medios de comunicación deben ser fuentes de las cuales la gente saque el mejor provecho.
            Es importante dejar en claro que hay individuos, algunos con nefasta intención y otros por ignorancia, lo que pueden provocar al  utilizar estos medios irresponsablemente. La velocidad multiplicativa de un solo “click” en la computadora o dispositivo móvil es de inimaginable alcance, no saben estas personas el daño que pueden causar; y ahí tenemos el ejemplo, una vez más,  lo que puso de cabeza a una población entera en estos días, no fue otra cosa que “el síndrome de Orson Welles o…¿Qué pasó en Hermosillo?” Me reitero a sus órdenes. Muchas gracias por sus comentarios.  gustavocanizalez@hotmail.com


*Profesor de Educación Secundaria.

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