*Profr. Gustavo
Canizález Cedano.
El personaje
en alusión fue director, guionista y
productor de cine estadounidense cuyo pasaje
más recordado en la historia radiofónica de ese país, es aquella narración de la obra “The War of
the Worlds” en donde fue tan real su alocución que puso en revuelo a una gran
parte de la sociedad de la época porque se creyeron que los extraterrestres
estaban invadiendo la Tierra, que era la trama central de la obra artística.
En aquel
entonces, en Estados Unidos como en el resto del mundo, la comunicación masiva
se daba a través de la radio, puesto que la televisión apenas estaba en su etapa de expansión. De tal forma, que la
gente se la llevaba pegada a la emisora en donde escuchaban variedad de
información. Al escuchar el relato de la obra “Guerra de los Mundos”, lo
tomaron como si hubiera sido una noticia verdadera por parte de las autoridades,
provocando pánico y paranoia colectiva. El Señor Welles, con sus
extraordinarios dotes artísticos, hizo que la gente saliera caóticamente a
proteger a sus hijos contra los supuestos malvados que venían apoderarse de los
terrícolas y hacerlos sus esclavos o exterminarlos. De esa magnitud fue el
impacto negativo entre los habitantes de la región.
Actualmente
la comunicación ha evolucionado de manera vertiginosa y con ilimitados alcances.
Las personas utilizan la televisión con un número indeterminado de canales;
asimismo tienen acceso a estaciones
radiodifusoras casi en la totalidad de los cuadrantes. Pero lo más importante,
y producto de este artículo, es que la información se comparte prácticamente de
manera instantánea por medio de las redes sociales. Es increíble la forma en
que hoy se da la comunicación entre la gente, independientemente del lugar en
que se encuentre.
¿Pero, es ésta
una ventaja o una desventaja? Si nos remontamos al 30 de octubre de 1938 fecha
en que se generó el fenómeno “Welles”, el problema era que la gente no tenía
otra forma de informarse más que la radio estacionaria -porque no había ni
siquiera radios portátiles- por lo que
las personas tenían que estar atentas a la radio. Luego entonces, la desventaja que creó la exacerbada psicosis, fue la falta de medios informativos
que contrarrestaran lo que se estaba trasmitiendo en ese momento.
En estos
tiempos, lo que sobran son precisamente fuentes de información. Algunos
estudios aseguran que el gran problema del ser humano es que está “infostado” o
“infoxicado”; es decir que está atiborrado de información, buena o mala, pero
información al fin. Eso fue precisamente lo que sucedió en Hermosillo, capital
del Estado de Sonora.
Todos los
hermosillenses entraron en pánico porque nos “invadían los narcotraficantes”.
Por facebook, twitter, mensajes de texto, whatsapp, correos electrónicos, entre
otras redes sociales corrieron como reguero de pólvora que había
decapitaciones, que estaban robando niños y niñas para quitarles sus órganos y
venderlos en el mercado negro (como si eso se pudiera), que estaban robando
jovencitas para prostituirlas, que habían decretado estado de queda en todo el
municipio; tanto fue la psicopatía colectiva, que las autoridades estatales de
seguridad, con todas sus torpezas de comunicación, tuvieron que salir a calmar
el nerviosismo que se había generado entre la población en general.
Si bien es
cierto, los cárteles de la droga están operando en muchas ciudades del país, y
Hermosillo no es la excepción; excesiva venta de drogas en las calles y barrios
son señales inequívocas de su existencia.
Además, lo ocurrido en esta comunidad
fue el asesinato de dos personas el día lunes 6 de octubre y otra más al
siguiente día, provocando con ello una movilización fuera de lo común de todas las corporaciones policiacas. Ambas
cosas, la torpeza comunicativa del Gobierno del Estado y los asesinatos fueron detonantes
para que las redes sociales, de forma irresponsable, manejaran información
incorrecta.
De tal
manera que antes las personas batallaban con la desinformación, hoy su problema
es el exceso de información. La disyuntiva del individuo moderno es que deben tener mucho cuidado con lo que leen o
escuchan en las redes sociales. No todo es verdad, pero tampoco no todo es
mentira. Hay que saber discernir y
digerir la información. Las redes sociales y los medios de comunicación deben
ser fuentes de las cuales la gente saque el mejor provecho.
Es
importante dejar en claro que hay individuos, algunos con nefasta intención y
otros por ignorancia, lo que pueden provocar al
utilizar estos medios irresponsablemente. La velocidad multiplicativa de
un solo “click” en la computadora o dispositivo móvil es de inimaginable
alcance, no saben estas personas el daño que pueden
causar; y ahí tenemos el ejemplo, una vez más,
lo que puso de cabeza a una población entera en estos días, no fue otra
cosa que “el síndrome de Orson Welles o…¿Qué pasó en Hermosillo?” Me reitero a
sus órdenes. Muchas gracias por sus comentarios. gustavocanizalez@hotmail.com
*Profesor de Educación Secundaria.
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