Rastrillando / Por Mario Munguía Murillo
La CTM cumplió 80 años y su nuevo líder Carlos Aceves del Olmo dijo “Aquí huele a obrero y es que yo soy uno de ellos”.
Carlos Aceves del Olmo ha sido diputado y Senador –y viceversa- por varios años; fue el presidente de la Comisión del Trabajo en San Lázaro en 2013, que avaló el outsourcing, el contrato temporal, el límite de 12 meses en pago de salarios vencidos y el despido por correo. Picata minuta para los obreros de este bizarro país.
Llegaron al evento miles de acarreados, perdón, invitados, a darle el apoyo incondicional al “líder” que “huele a obrero”, que reemplaza al ególatra Joaquín Gamboa Pascoe quien había quitado los bustos de Fidel Velázquez y Leonardo “La Güera” Rodríguez Alcaine, para que fuera el único, el de él.
Pero gracias a la lealtad obrera de Aceves del Olmo, hoy lucen nuevamente los bustos de los líderes cetemistas Fidel Velázquez y Leonardo Rodríguez Alcaine en la explanada del templo consagrado a los obreros.
Pero eso sí, el líder les recordó a los presentes "Que a nadie se le olvide que a la CTM se debe la creación del Infonavit, del Instituto Mexicano del Seguro Social y del Fonacot, y gracias a esa central se cuenta con figuras como la pensión y el derecho a huelga".
Entre otras “linduras”, dijo que “Queremos nuevos hospitales en todo el país”; seguramente no le han informado que en Sonora están despidiendo a los y las personas (enfermeros y enfermeras, médicos y demás) que hacen posible curar la salud de muchos derechohabientes del ISSSTESON y, que además, trabajan en condiciones non gratas.
Pero eso sí, el uso de la fuerza bruta, la represión, no se hizo esperar, pues el sagrado derecho a la manifestación establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, fue violada una vez más por los trabajadores –directivos- al servicio de la sociedad. Se supone que así debería de ser ¿qué no?
Preocupante la situación, pues esta represión sufrida por los despedidos del Hospital Chávez, es una muestra de un nuevo “Estado de derecho”, donde el dialogo no existe, y las decisiones son unilaterales.
Han pasado seis meses, medio año; se creó una Fiscalía Especial para perseguir los –supuestos, hasta que se comprueben- delitos cometidos por la pasada administración; pero el discurso sigue siendo el mismo de campaña. Es tiempo ya de ponerse a trabajar y no estar justificándose con los errores de los demás.
A la ciudadanía, a los sin voz, no les interesan los discursos –no los oyen-; lo que a los sonorenses les interesa, les preocupa, son tener mejores escuelas, policía honesta para caminar tranquilos, mejores calles y carreteras, mejores servicios de agua y drenaje; eso, eso es lo que el pueblo pide, no más discursos y justificaciones.
Y sigue la mata dando, dice el refrán. Cuando López Caballero presento “su plan”, dijo que “en el ejercicio 2013 se contempla realizar obras estratégicas que buscan el crecimiento ordenado, el mejoramiento de la imagen urbana y que en verdad impacten positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos y en el desarrollo sustentable, económico y social de Hermosillo”.
Antes estuvo Javier Gándara Magaña con “su Plan” de Desarrollo Municipal 2010-2012, donde estableció cinco ejes rectores derivados “del trabajo de estudio, análisis y diagnóstico: Seguridad Pública y Justicia Municipal; Economía e Infraestructura para el Desarrollo; Participación Ciudadana y Corresponsabilidad Social; Desarrollo Social y Humano; Gobierno Confiable. Esa es la importancia del diagnóstico: observar las necesidades reales y determinar los procedimientos consecuentes”.
Y, más antes, Ernesto “El Borrego” Gándara Camou, también presentó “su” Plan Municipal de Desarrollo 2007-2009 donde se contemplaron cada una de las obras que se realizarían a corto, mediano y largo plazo para la solución de los problemas que aquejan a los hermosillenses, entre ellos la falta de agua y los conflictos viales ante el crecimiento de la ciudad”.
Ahora, llegó “el Maloro” Acosta (foto de por medio) y presenta “su plan”; dice que es “Un plan innovador”, utiliza la frase publicitaria "con todo" y dijo: “El presente y el futuro nos exigen cambiar, transformar, ser flexibles, incluyentes y revolucionar para trascender”. Qué bonito se escuchó. Pero cuando actuaba su presentación, la policía reprimía a los manifestantes por órdenes suyas (el presidente municipal es el único que puede dar este tipo de órdenes, así es el protocolo).
La diferencia entre el Maloro, Javier Gándara, López Caballero y el Borrego Gándara, es que él –el Maloro-, utiliza la actuación (teatral), la escenografía faraónica y, mayores recursos económicos para su proyección –personal-, porque en esencia, los “ejes” son los mismos. Si habló de un “Hermosillo con un Gobierno de resultados, transparente y cercano a la gente.” Le pregunto al señor presidente: ¿Cuánto costó la presentación de “su plan”?
Pero bueno, sé que a los trolles no les va a gustar mi gustada columna de hoy, así lo dieron a conocer ayer por las redes sociales; y tanto qué criticaron a los pitufos.
Pero mejor a’i se las dejo. Como dijo alguien, sé va a enojar la Elda….!!!SARAVAH!!!
@mariomunguia8
mtesota@gmail.com
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