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jueves, 23 de junio de 2016

Cuando los hechos hablan



En la invasión Tres Reynas, uno de los asentamientos humanos irregulares donde las estampas de pobreza lastiman la mirada y obligan a extender la mano de la solidaridad con familias sobre quienes la vida parece ensañarse, se tejen historias desgarradoras.

El pasado fin de semana a Yulitza Guerrero, una joven de 21 años, madre de dos hijos, uno de tres y otra que apenas cumple su primer año, un incendio le destruyó totalmente su casa, levantada con maderos y lámina negra. Se quedaron en la calle, sin nada más que lo que llevaban encima.

Personal del programa EnCausa que coordina Carlos Rodríguez, director de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Hermosillo comenzaron desde ayer, con sus propias manos y la ayuda de los vecinos, a levantar de nuevo su vivienda, que no puede ser construida de material debido a restricciones legales por encontrarse en un lugar donde no se tiene aún la certeza de la tenencia de la propiedad, así que por lo pronto es levantada con lámina galvanizada.

La joven está inscrita en este programa que busca, más que paliar los efectos de la pobreza, ir a sus causas, capacitar para el empleo y garantizar ingresos dignos, además de dotar de vivienda a las familias que concluyan los ocho meses que comprende EnCausa, un programa que ya comienza a mostrar resultados sobre todo en lo que se refiere a la solidaridad y el sentido de la participación comunitaria, como sucedió en este caso en el que los vecinos se organizaron y pusieron manos a la obra para construir esta vivienda temporal.


II

Pero donde se sigue reconstruyendo con fuerza es en el sector educativo, ese que la improvisación y las ambiciones depredadoras dejaron en ruinas y donde poco a poco comienzan a verse los resultados de una visión distinta sobre la responsabilidad con las generaciones de sonorenses que se están forjando en las aulas.

Puntual, a las 9:30 de la mañana, la gobernadora Claudia Pavlovich llegó a la escuela secundaria Juan Ceballos Ayala para anunciar que el próximo regreso a clases, el primero en esta administración será de 100.

Y lo será porque el programa de uniformes escolares gratuitos dejó de ser la cueva de ladrones donde la casta dorada del padrecismo se llenó los bolsillos de dinero público dejando a los niños sonorenses uniformados con prendas de calidad tan dudosa como rasposa, pero eso sí, con sus seis estrellitas simbolizando ese nuevo sonora de tan tristes recuerdos.

Y porque el resto de los programas para mejorar la educación están caminando: se han entregado más de 8 mil mesabancos, se reanudó el programa de becas que fue suspendido dos años antes de que concluyera el sexenio pasado; sigue la entrega de lentes y se extiende para alumnos de secundaria, se anunció la entrega de 106 mil paquetes de útiles escolares gratuitos en escuela de media, alta y muy alta marginación.

Continúa la rehabilitación de 596 escuelas donde la transformación educativa del padrecismo lo único que transformó fue el nivel de vida de algunos funcionarios y no pocos de sus amigos empresarios; ayer también se anunció la entrega de 3. 6 millones de libros de texto gratuitos para alumnos de educación básica, incluidos los de las etnias de Sonora.

Un nuevo programa de entrega de certificados digitales también se puso en marcha, y con él no sólo se facilitará el acceso a esos documentos mediante cualquier computadora conectada a internet, lo que beneficiará a 115 mil alumnos, pero además, se ahorrarán miles de horas-hombre que significaban esos trámites.

A ocho semanas de que comience el nuevo ciclo escolar, se han generado las condiciones para que el regreso a clases sea de 100.

III


Comienza a crecer la versión de que en la campaña interna del PAN para renovar a su dirigencia estatal, se perfila una alianza entre los aspirantes Ernesto Munro y Adrián Espinoza, como la única manera de ponerle un freno a David Galván, a quien ubican como el candidato de la ‘línea’ dictada desde el CEN de ese partido. Lo que no se sabe aún es quién declinaría a favor de quién.

Se supone que Ernesto Munro está muy fuerte en la región noroeste (Puerto Peñasco, sobre todo; Caborca y toda la zona del desierto, incluyendo San Luis Río Colorado), pero eso puede cambiar si, como se ha filtrado, avanzan las negociaciones para sumar a Enrique Reyna Lizárraga a favor de Galván, ya que hasta ahora el alcalde de SLRC no ha definido su voto.

En la región del Río Sonora, el equipo de Galván presume que cuenta con la mayoría de los votos gracias al trabajo del diputado Javier Dagnino, pero fuentes del equipo de Adrián Espinoza sostienen que tienen el triunfo asegurado en Arizpe, Banámichi, Aconchi, Huépac, Baviácora, Rayón y Ures.

Según ellos Adrián también tiene mayoría en el Río Altar, lo mismo que en Guaymas y Empalme. En Cajeme está la votación muy dividida, lo mismo que en los municipios del sur: Navojoa, Huatabampo, Álamos y Etchojoa, donde Munro aparece a la cabeza, lo mismo que en Agua Prieta.

Hermosillo, donde se concentra una parte muy importante del padrón, la votación está terciada, pero Munro aparece como el rival más débil. De hecho, se sabe que pidió apoyo del equipo de Adrián para completar las firmas que se requieren en la capital del estado.

Pero además hay un dato que no se debe echar en saco roto: hay unos 500 panistas de Hermosillo que se fueron con María Dolores del Río al Movimiento Ciudadano, pero siguen afiliados al PAN y están dispuestos a votar contra la línea, es decir, contra Galván.

Nogales es otro municipio importante, donde el alcalde Temo Galindo no se ha definido. Se sabe que no apoyará a Munro, así que se lo andan disputando entre Adrián y Galván, y ese apoyo  podría ser determinante a la hora de las votaciones.

Con esas cuentas, parecería que Adrián Espinoza está a la cabeza y no necesitaría siquiera de una alianza con Munro, de quien se sabe, no se quiere sentar. De hecho, el ex secretario de Seguridad Pública de Padrés ofrecerá una rueda de prensa hoy en la que le preguntaremos al respecto.

Porque finalmente cada equipo saca sus propias cuentas asumiéndose ganador, pero suele suceder que las cuentas que se sacan en campaña luego no corresponden a los resultados en las urnas.

Ahora bien, considerando la polarización que existe entre las tres principales corrientes que se han reagrupado y están en disputa, el triunfo en las urnas podría ser apenas una victoria pírrica que, cuando mucho, estaría abriendo la puerta a una nueva escalada en la confrontación que mantendría al PAN dividido, exigiendo de quien gane, una descomunal tarea de reconciliación que podría prolongar indefinidamente el estado de desarticulación que hoy muestra.


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