No solo café
Azalea Lizárraga
Dice el dicho que amores que no se reflejan en la nómina no son amores, así que si los numeritos no mienten, nada más lejos de las prioridades del gobierno federal que el sector educativo. Y decimos lo anterior porque en el 2015, el presupuesto total para educación fue de 305,057 mdp, mientras que el monto previsto para 2016 disminuyó a 299,359 mdp.
Y para refrendar su falta de visión y querencias, ante los primeros temblores causados por el Brexit y “para proteger la economía mexicana”, el secretario de Hacienda reaccionó de inmediato y anunció un segundo recorte al gasto público, siendo los sectores educativos y salud otra vez los más afectados: 13 mil millones entre ambos. Tan solo la SEP dejará de percibir este año 3 mil 660.2 millones de pesos; y con la mano en la cintura, al programa nacional de becas educativas lo recortaron en 1,000 millones de pesos. ¿Cuántos plebes dejarán por ello de asistir a la escuela?
En este contexto nacional, nos resulta entonces más significativo, sorprendente y en cierta forma, hasta preocupante, el gran dinamismo que la gobernadora Claudia Pavlovich y el secretario de Educación y Cultura, Ernesto de Lucas Hopkins (El Pato) han mostrado en los últimos meses, porque evidencia que, cuando menos en Sonora, el sector educativo es uno de los ejes prioritarios de la actual administración.
Dan cuenta de ello cientos de acciones emprendidas en forma simultánea para cumplir con el concepto de contar con escuelas dignas y seguras para nuestros hijos y proveerlos de las herramientas y condiciones que permitan mejores aprendizajes, sin dejar de lado un tema muy sentido en el estado como lo es garantizar una cobertura educativa y de calidad para todos.
En este sentido, el titular de la SEC dio a conocer que en este pasado ciclo escolar hubo 60 mil egresados de secundaria, 11 mil más que el año anterior, de los cuales 51 mil solicitaron un espacio en el concurso Prepa Sonora 2016-2017 aunque solo 48 mil acudieron a presentar el examen CENEVAL correspondiente, De éstos, el 95.4 por ciento cuentan ya con un espacio educativo en alguno de los subsistemas de bachillerato en el estado, COBACH, EMSaD, telebachilleratos comunitarios, CEB, CBTIs, CETIs, CBTA, CECyTES, CETMar y CONALEP; el resto habrá de definirse en breve. Ojalá y cuando menos queden cerca de sus casas porque si tienen que confiar en el sistema de transporte público, allí surgen los primeros problemas y, querámoslo o no, es factor que contribuye al abandono de sus estudios.
Esperamos también que los 9 mil jóvenes que no solicitaron el examen, así como los 3 mil que no fueron evaluados, haya sido porque tienen los recursos económicos para optar por prepas particulares y que no vayan a engrosar el porcentaje de deserción escolar que se presenta ante la deteriorada situación socioeconómica que enfrentan muchas familias sonorenses hoy en día, motivada por la falta de empleo o mejores oportunidades de vida.