Por Héctor Faya Rodríguez
Durante las precampañas, que comenzaron en diciembre y terminan el 15 de febrero, resolvimos las grandes dudas que teníamos: la coalición PRI-PVEM arropó rápido a Peña Nieto y rompió con el PANAL; la izquierda se puso de acuerdo, sin rupturas, para ir con AMLO; y en el PAN, Josefina ganó una contienda interna que se anunciaba más sucia de lo que creíamos. Ahora que terminamos esta etapa el panorama electoral cambia. Centrar nuestra atención en los siguientes factores nos ayudará a mantenernos al día:
1 - Las reglas del juego. Tenemos una ley electoral que limitará, en vez de ampliar, la libertad de expresión. Pocos países democráticos en el mundo tienen una legislación tan restrictiva y absurda como la nuestra. Para ejemplificar: del 15 de febrero al 15 de marzo los partidos y candidatos tienen que callarse; un candidato podría reunirse con 100 mil militantes, pero no podría pedirles que voten por él, porque la ley lo dice. Josefina y AMLO estarán sofocados por la desesperación de no poder hacer nada mientras Enrique Peña sigue de puntero en las encuestas.
2 - Las instituciones a prueba. Por un lado tenemos a un IFE policiaco que está encadenado al miedo: no quiere perder el control de las elecciones, recuerda con temor el desgaste que sufrió en 2006 y tiene que cumplir con una la ley electoral que restringe el ejercicio democrático. Por otro lado, tenemos al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que tendrá que resolver un número record de impugnaciones sabiendo, como lo dijo hace unos días su propio Presidente, Alejandro Luna Ramos, que la ley electoral limita la libertad de expresión y de prensa.
3 - Las encuestas. Confiables o cuestionables, las encuestas son y seguirán siendo factores clave en las elecciones. Las encuestas son utilizadas por candidatos y partidos políticos para promoverse, para tomar decisiones y para replantear estrategias. Hoy, según la Encuesta de Encuestas de ADN político, así van los candidatos al 6 de febrero de 2012: Peña Nieto 40%, Josefina 24% y AMLO 18%. Recordemos, las encuestas son fotografías electorales del momento. El 1º de julio será otro momento.
4 - Los medios de comunicación y las redes sociales. Los medios de comunicación tradicionales como la radio y la televisión son, todavía, los más importantes y efectivos transmisores de mensajes políticos. Este tipo de medios serán encargados de transmitir más de 43 millones de spots publicitarios tanto del IFE como de los partidos políticos durante las campañas. El IFE tiene el mandato de monitorear la legalidad de los contenidos de los spots. Veremos si puede hacerlo. Por otro lado, los medios digitales y las redes sociales contribuirán, de manera inédita, a la discusión pública durante las campañas: de acuerdo con la AMIPCI, el total de usuarios de Internet en México asciende a cerca de 35 millones de usuarios, de los cuales 60% usa redes sociales.
5 - El Congreso. El 1º de julio renovamos también 500 diputados federales y 128 senadores. Gane quien gane la presidencia, si las elecciones producen de nuevo un Congreso sin mayorías, será la historia de nunca terminar: el Poder Legislativo será incapaz en los próximos años de aprobar las reformas urgentes que el país necesita. Ya lo dijo la revista The Economist en un reciente artículo: el Congreso mexicano no sólo no funciona por su incapacidad de construir coaliciones partidistas, sino que además es el más perezoso de América Latina.
6.- El resto del país. No hay que olvidar que tendremos simultáneamente, además de la elección federal, otras 15 elecciones locales, en las que estarán en juego la jefatura de gobierno del DF, seis gubernaturas, casi 900 ayuntamientos y cientos de diputaciones locales. Estas elecciones cambiarán el panorama político de todo México.
El primero de julio, 80 millones de ciudadanos empadronados en el IFE podremos decidir buena parte de la composición del mosaico político de México. Ya estaremos discutiendo cómo se combinan estas piezas del rompecabezas.
http://www.adnpolitico.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario