El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por
unanimidad de sus integrantes, determinó que el Movimiento Progresista
no acreditó sus acusaciones sobre la elección presidencial. Por ende,
Enrique Peña Nieto (PRI) recibirá la constancia de Presidente electo en
las próximas horas.
En el dictamen aprobado, los siete
magistrados desestimaron todas las impugnaciones que presentó la
coalición integrada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD)
del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, que impulsó a Andrés Manuel
López Obrador, y mediante las cuales se demandaba que los comicios
presidenciales fueran anulados.
La izquierda mexicana denunció
que hubo violaciones al principio constitucional de elecciones libres y
equitativas. Los magistrados consideraron que no hubo pruebas o indicios
sobre estos agravantes.
El proyecto de resolución fue presentado
por la Comisión Calificadora de la Elección Presidencial, integrada por
los magistrados Constancio Carrasco, Flavio Galván y Salvador Olimpo
Nava.
Fue así que se desestimaron los señalamientos de López
Obrador y los partidos coaligados respecto de una supuesta compra de
votos, los casos de tarjetas Monex y Soriana, los gastos excesivos en
campaña o manipulación de información en medios y encuestas.
Además,
se consideró que no se acreditaron acciones como que Televisa otorgó
mayor espacio al priísta o que gobernadores del tricolor intervinieron
para cubrir una cuota de votos en favor de Peña.
Los integrantes
de la Comisión Calificadora defendieron su proyecto. El magistrado
Salvador Olimpo Nava argumentó que no se comprobaron acciones de la
izquierda para anular la elección. Es una sentencia exhaustiva, no hay
un solo planteamiento que no haya sido analizado a fondo, aseguró Nava
Gomar, quien afirmó, por ejemplo, que no se certificó la supuesta compra
de 5 millones de votos en favor de Peña.
Nadie puede decir que no estudiamos cada uno de los agravios, no se acredita lo alegado, a todos se les escuchó, añadió.
Flavio
Galván, también integrante de la Comisión Calificadora, coincidió en
que no se acreditaron las supuestas violaciones a la Constitución para
declarar inválidas las elecciones presidenciales. No hay compra de voto
demostrado, añadió Galván, quien coincidió que no hubo una coacción de
voto.
Pedro Esteban Penagos, a su vez, indicó que no asiste la
razón al denunciante respecto de que desde años atrás el PRI y Peña
sostuvieron supuestos contratos con Televisa, denunciada como propaganda
encubierta por el Movimiento Progresista, y con el fin de promover la
imagen del mexiquense, debido a que el propio tribunal ya se había
pronunciado sobre ello en otro recurso y lo declaró infundado.
María del Carmen Alanís se unió a la defensa sobre una exhaustividad del proyecto de la Comisión Calificadora.
En
la sesión dejaron de lado otros argumentos de la coalición que abanderó
a López Obrador. “La supuesta falta de cobertura del evento ocurrido en
la Universidad Iberoamericana y el alegado desequilibrio informativo
igualmente se proponen desestimar los agravios, toda vez que del
análisis de las pruebas aportadas no se acreditan los hechos respectivos
por resultar insuficientes o, en su caso, inconducentes”, leyó el
secretario de Acuerdos del tribunal, Marco Antonio Zavala, como parte
del proyecto de resolución.
Afuera del tribunal, en tanto, las
manifestaciones se hicieron presentes durante todo el día. La consigna
fue en contra de validar, precisamente, el proceso electoral
presidencial, en favor de Enrique Peña. Por la noche, las protestas se
intensificaron en las inmediaciones del tribunal y se arrojaron objetos
hacia el interior, en medio de gritos de “fraude”.
El proceso
electoral concluye con la declaratoria de validez y la entrega de la
constancia de mayoría a Peña Nieto en el mismo tribunal.
mauricio.rubi@eleconomista.mx
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