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martes, 18 de noviembre de 2014

La plataforma azul: tiempos y contratiempos

Bulmaro Pacheco

Desde antes del inicio del proceso electoral, con aire triunfalista aparecieron prometiendo hasta un 30 % menos en los recibos de energía eléctrica; por gestiones de ellos bajaría el gasto en los recibos de los ciudadanos. Pero nunca le explicaron a la gente ni cómo ni cuándo, solo prometieron y se embarcaron mientras saturaban de espectaculares las principales carreteras del estado con propaganda que, -pretendiendo originalidad-, anunciaba su propuesta a diestra y siniestra. ¿Cuál era el fondo?
No tardó en saberse que al explotar políticamente la obra del gasoducto en construcción también le añadieron lo de las tarifas eléctricas. Junto con pegado para buscar que la gente creyera en lo primero. Resultado: Las tarifas eléctricas no bajarán por arte de magia cuando al PAN se le ocurra y menos para las elecciones del 2015. El proceso tendrá que esperar a que se concluya la obra para sustituir el combustóleo por el gas para producir electricidad, pero esa será otra historia y no va a depender de ellos sino de la política económica y presupuestaria de la CFE.

Después iniciaron otra campaña: La del salario mínimo. Ofrecieron un salario “digno”,  dándole un vuelco al concepto de salario mínimo, y juntaron firmas en todo el país para buscar cumplir con lo señalado en el artículo 35 Constitucional en materia de consulta popular. Intentaron vincular su propuesta a la votación de junio del 2015 para explotar el tema y hacer campaña de proselitismo tratando de llegarles a los trabajadores de México con un tema en apariencia novedoso y convincente, aunque para ello se les hubiera adelantado Miguel Mancera, el jefe de Gobierno del D.F.
Pasadas las aduanas del Congreso de la Unión y el INE, la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó su consulta, alegando que el tema  contradecía lo dispuesto en el punto 3 del inciso “c”, fracción VIII, de la disposición constitucional mencionada.
Total que no se estrenará en 2015 la nueva legislación de consulta popular, porque al PRI también la SCJN le negó la disminución de legisladores de representación proporcional y al PRD y Morena sobre la reforma energética.
Ofreció el PAN también que en materia electoral se buscaría que los organismos electorales locales no fueran manipulados ni controlados por los gobernadores. La realidad no tardó en desmentirlos cuando a todas luces en la entidad se dio la integración del Tribunal Estatal Electoral, con un presidente  -notario público de reciente horneada, con licencia- que durante el  sexenio panista ocupó los cargos de subsecretario de Gobierno y enlace con el Congreso local.
Han actuado también hacia el interior del Instituto Estatal Electoral creando situaciones de conflicto, por impulsar a panistas en cargos clave de la estructura del órgano rector de las elecciones en Sonora.
El gobierno de la alternancia presumió la creación de la Contraloría “Ciudadana”, supuestamente ajena a intereses partidistas, para sustituir al ex diputado local Carlos Tapia, que ejerciera a principios del sexenio.
Con el tiempo, la contralora demostró que ha sido más de lo mismo y su presencia ha pasado prácticamente inadvertida, desdibujada y fuera de lugar. No se sabe que haya abordado con seriedad los temas candentes de la administración estatal-pensiones,inhabilitaciones,dinero federal, deudas, corrupción- y las cosas siguen igual o peor a cuando ella entró al relevo.
No se sabe de acciones relevantes, salvo el de presumir premios en los portales de transparencia o de formalidades ante órganos nacionales, que no tocan de fondo ni las observaciones del ISAF ni los graves problemas de corrupción existentes en el aparato público.
Ahora que anuncian la consulta a las bases del PAN para integrar la plataforma electoral que presentarán y defenderán sus candidatos el próximo año, esa plataforma les plantea un dilema por resolver y seguramente les acarreará no pocos dolores de cabeza: ¿Igual o más de lo mismo? ¿Con quién o quiénes habrán de defenderla? ¿Cuáles serán los principales ingredientes de oferta hacia el votante ?.
La postulación de sus candidatos es otro problema que deberán abordar. En ese tema aparentan como que nada pasa y les afloran tensiones.
En estos momentos existe una soterrada lucha entre varias fracciones del PAN en la entidad: La postura de los panistas históricos que no coinciden con las líneas de política estatal; los partidarios (de su candidato a gobernador en abierta campaña), que buscan espacios en las municipales; y los recomendados del aparato estatal para municipios y distritos.
Muchos de esos aspirantes no ven claro hacia el futuro y  casi todos quieren asegurarse en lo personal. Y es que no la han pasado tan mal en el poder. En menos de seis años muchos de ellos se hicieron de fortunas, casas, negocios, tierras, ranchos y empresas proveedoras de bienes y servicios al propio gobierno con jugosas ganancias, toleradas -y alentadas- desde arriba  entre compromisos políticos, familias y cómplicidades.
Están saliendo a la luz pública un conjunto de concesiones y permisos otorgados a funcionarios y sus parientes para la explotación de recursos y negocios en lo que fueron los 12 años de alternancia federal.
Pero, perdieron la presidencia en 2012 con todos los agregados y los espacios de las delegaciones federales en la entidad, y ya no quieren arriesgar con solo pensar en una derrota estatal en 2015.
Por eso, ahora a la mayoría de los funcionarios estatales con aspiraciones políticas se les ve apurados y sonrientes en algunos municipios, entregando desenfrenadamente zapatos y uniformes escolares frente a maestros y padres de familia, tratando de capitalizar para su persona la distribución de bienes públicos costeados por el erario.
Otros han inventado sus propias fundaciones, bautizadas con su nombre para tratar de disfrazar sin rubor los recursos públicos recibidos y canalizados a tareas diversas: consultas, empleos, becas, pies de casa, viajes y premios. Todo en busca de clientela electoral.
Otros más se auto inventan conferencias sobre temas diversos para hacer presencia en los territorios que pretenden representar. Se anuncian en caros espectaculares en calles y caminos, con rostro arreglado de por medio.
Unos más llegan al extremo de poner en riesgo las tareas de seguridad que les han sido encomendadas para dedicarse  a disfrazar sus tareas haciendo política panista viajando y aterrizando en los barrios y las casas de la geografía electoral que aspiran a representar sin mayores asuntos que darse a conocer y buscar mayores niveles de conocimiento.
A través de las redes sociales, utilizando incluso logotipos oficiales juran y perjuran meterse hasta la cocina donde se los permiten. Saturan Twitter y Facebook con fotografías y mensajes insulsos, con copias a sus jefes inmediatos para hacerles sentir sus pretensiones y avisarles, quizá, que lo importante no es la función encomendada  muy abandonada, sino la talacha partidista inmediata que tratan de resaltar.
El cambio cultural en el ejercicio de la política local promovido por el PAN en el poder está en marcha y no se ve que reparen mucho en corregir. A pesar de que no todo les ha salido como ellos quisieran, siguen con sus estilos.
Muy al principio las bardas adelantadas con mensajes subliminales, después las portadas de revistas sacadas de la nada, después las fachadas de las casas, los espectaculares ubicados en áreas estratégicas, los volantes repartidos casa por casa y la utilización de los medios de comunicación oficiales (radio y TV) para la auto promoción.
Han enseñado cartas visibles que seguirán explorando. Da pena ajena observar la utilización y el control del PRD estatal para tratar de captar inconformes del PRI, buscar la posibilidad de una alianza que los lleve a un candidato común al gobierno estatal, y restarle votos en municipios complicados. La estrategia ahí está; deslizar nombres de priistas para ver si pegan y tratar de dividir donde el PAN no las trae todas consigo.
Deslizar el nombre de Rodrigo Bours para una candidatura de parte de un PRD como el de Sonora no lleva la intención ni de ampliar la democracia ni de luchar contra la desigualdad. Es la intención perversa del gobierno a través del PRD de dividir al PRI en Cajeme; su dolor de cabeza político más agudo hasta ahora. Sabe que dividiendo a Cajeme y cerrando Hermosillo pudieran emparejar los números con el PRI en la elección estatal.
La estrategia oficial comprende también asegurarle al alcalde de Hermosillo el control político de la capital, dejándolo que proponga a sus propios candidatos en la alcaldía,las diputaciones locales y la federales y ahí se advierte otro foco de conflicto porque son muchos (y muchas) los que quieren,y pocos los aceptados en función del interés de grupo.
¿Plataforma electoral? Para nada, es pragmatismo puro, que para eso se han preparado en los casi seis años de gobierno. Lo importante para ellos no será lo que le puedan ofrecer a los votantes, sino estar alertas de lo que los potenciales votantes registran hoy, y de cara a la próxima elección de un gobierno y un partido que prometió un cambio radical en Sonora y salió con más o peor de lo mismo. Ahí está su gran dilema, su verdadero problema,más que en su plataforma azul, que por lo desganada que aparece demuestra que solo será de trámite.En el fondo la propuesta no les interesa tanto. Les interesa más, el poder con todos sus dividendos,con todo y cobro de los fletes por una carga que-hasta hoy- les ha sido liviana. Veremos.


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