Monterrey • A 22 años de dirigir
el Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther
Gordillo se retirará de la conducción de ese gremio magisterial, según
comunicó ella misma a sus más cercanos colaboradores, entre ellos una
docena de profesores de Nuevo León que se han beneficiado en el reparto de cargos públicos que lograron gracias al impulso de ella.
“Llegó el momento de retirarme, me siento cansada y deseo
salir por la puerta de la sala, no la de la cocina”, les dijo con un
nudo en la garganta la lideresa a los profesores durante una reunión,
entre ellos los 12 de Nuevo León, quienes no daban crédito a lo que escuchaban.
—¿Cuál es su futuro, maestra? —preguntó uno de los asistentes a la reunión.
Elba Esther respondió que no estaría alejada de ellos, pero sí de la conducción del sindicato y recalcó que no pretende dejar a familiares al frente.
“Puede ser Polanco (donde vive en el Distrito Federal), tal vez San
Diego (donde también tiene casa) o París”, le dijo muy en confianza a
quien inclusive es compadre de ella.
De acuerdo con palabras previas a su despedida, se planteó que el
proceso del retiro definitivo de la maestra del gremio magisterial dé
comienzo durante la celebración del sexto Congreso Nacional del Comité
Ejecutivo del SNTE, que se realizará en octubre, en Baja California.
En ese encuentro se abordarán diversos temas entre los que resaltará
la desaparición de la nomenclatura de la agrupación, la figura de
presidente del CEN del SNTE, que ostenta precisamente Gordillo, y además
se elegirá la nueva dirigencia nacional para un periodo de tres años,
de acuerdo con los estatutos.
Es muy posible que el actual dirigente del SNTE, Juan Díaz de la
Torre, sea reelecto para un periodo más y dentro de la directiva se
confirme a Mirna Saldívar, lo que dependerá del resultado del Congreso
Estatal de la sección 50 del sindicato de maestros, donde se habrá de
elegir nueva directiva.
A petición expresa, los maestros contaron un par de anécdotas de la
lideresa magisterial. La primera: el motivo de la ruptura con Roberto
Madrazo y la fundación del Partido Nueva Alianza.
“En una visita que Madrazo hizo a Nuevo León, previamente a su
designación como candidato a la Presidencia, se hizo un pacto de
caballeros, entre el entonces dirigente del CEN del PRI y Elba Esther,
entonces secretaria general del partido”, relató uno de ellos.
Agregó que en ese pacto hubo dos testigos de calidad: el diputado
federal y en unos días más legislador local, José Isabel Meza, y Alfonso
González Ruiz, de los más cercanos a la maestra.
Los cuatro se desplazaban a bordo de una camioneta Suburban, que
conducía Alfonso González Ruiz porque la profesora le tenía mucha
confianza por lo precavido que era, y ahí se acordó el “pacto de honor”.
“Ese acuerdo fue que Madrazo impulsaría a la maestra para dirigir el
PRI y él sería candidato presidencial; tan fue así que Madrazo le tendió
la mano y ella le correspondió. El entonces líder priista dijo que ante
dos testigos de calidad iba su palabra en este pacto de honor”,
recuerda.
Llegó el momento, Madrazo fue el candidato presidencial, pero no
impulsó a Elba Esther para sucederlo en la conducción del partido.
Esa “traición y violación a la palabra” fue suficiente para que la
dirigente del SNTE le hiciera la guerra a Madrazo, a quien en su propia
cara le dijo: “Serás candidato, pero Presidente de México no, y de eso
me voy a encargar yo”.
Fue entonces cuando decidió hacerle la guerra dentro y fuera del PRI,
fundando el Partido Nueva Alianza, en amplia rebelión contra el
abanderado presidencial.
La otra anécdota fue cuando Gordillo los juntó para “darles línea”
previo al proceso electoral de 2009, cuando a los más allegados les
dijo: “En la gubernatura nos vamos a favor de Rodrigo Medina, pero en
Monterrey vamos a pintarnos de azul: el apoyo será para Fernando
Larrazabal”.
La versión en el sentido de que Natividad González Parás intervino
para que volviera a perder Abel Guerra fue totalmente falsa, porque Elba
Esther no tenía buenas relaciones con el entonces gobernador. Simple y
sencillamente lo hizo porque se lo pidió Reyes Tamez Guerra.
“Y en el caso del candidato a la gubernatura Rodrigo Medina, tampoco fue Nati quien
obtuvo el apoyo de la estructura magisterial, simple y sencillamente la
maestra tuvo un acercamiento con Rodrigo Medina, quien le cayó muy
bien, cosa que no sucedió con el abanderado del PAN, Fernando Elizondo”,
relataron los mentores.
fuente: Milenio
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