El Presidente electo, Enrique Peña Nieto, presentará esta semana ante el Congreso dos reformas profundas contra la corrupción y la opacidad en el Gobierno. Sobre el primer tema, el mexiquense plantea desaparecer la Secretaría de la Función Pública y crear, en su lugar, una Comisión Nacional Anticorrupción con carácter autónomo. El nuevo organismo tendrá facultades para sancionar a funcionarios corruptos e inclusive llevarlos a la cárcel. Esta entidad, proyectada como un órgano ciudadano, tendrá carácter autónomo y amplias facultades para investigar y castigar actos de corrupción en los tres Poderes -Legislativo, Ejecutivo y Judicial- a nivel federal, estatal y municipal. Otras de las facultades de este órgano serán solicitar al Poder Ejecutivo el desafuero de funcionarios y ejercer la extinción de dominio. Los cambios planteados por Peña Nieto en el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos (IFAI) buscan darle naturaleza autónoma y constitucional a fin de tener competencia sobre los tres Poderes y niveles de Gobierno.

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