A dos meses de las elecciones, Marcelo Ebrard, jefe
de gobierno capitalino, asegura que no se arrepiente de haber aceptado que
Andrés Manuel López Obrador fuera el candidato de las izquierdas a la Presidencia y no él,
porque de no haber sido así la izquierda se hubiera dividido y el PRD no sería
hoy la segunda fuerza política del país. “Yo nunca me arrepiento, yo creo que
las decisiones que tomamos fueron las mejores, a juzgar por los resultados”,
afirma a poco más de 60 días de concluir su mandato. Sobre el reciente anuncio
del tabasqueño de abandonar el sol azteca y fundar su propio partido, Ebrard
comenta que desde la campaña la separación ya era evidente. “La verdad, era
previsible y lógico, ya venía funcionando así. En las reuniones que teníamos,
las decisiones se tomaban entre cuatro actores: Morena, PRD, PT y Movimiento
Ciudadano. Lo único que se está haciendo, me parece, es oficializarlo”.
EL UNIVERSAL
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