Diálogo
David Figueroa
Preocupante la descomposición social y política que estamos viviendo
en nuestro país, 32 días han pasado de la desaparición de 43 estudiantes en el
estado de Guerrero y nada se sabe de ellos; días en los que el vacío del Estado
de Derecho se ha acentuado.
Lo grave del asunto es que este vacío y vulnerabilidad ya se trasladó
a todos los ciudadanos, no sólo es en contra de estos 43 jóvenes y sus
familias; más allá, traspasó fronteras. Del Mexican Moment hemos pasado al
México del miedo y la no justicia.
O bien, del México reformista al México de la descomposición política.
El Gobierno Federal se ha limitado a informar invariablemente el
número de posibles implicados detenidos; el número de días que siguen pasando
en el calendario; la cantidad de increíbles actuaciones fuera de la ley por
parte de las autoridades locales en Guerrero y sus nexos con grupos del crimen
organizado. Esa ha sido su presencia y nada más.
Nada hay del mensaje de fuerza, esperanza, certidumbre, pero sobre
todo de justicia que los padres de los normalistas y cada mexicano esperamos
escuchar; sentir el respaldo, la seguridad de que se encontrarán con vida, la
tranquilidad que se cumplirá la ley.
Contundencia es lo que menos ha habido en estos 32 días; una ausencia
del Presidente Enrique Peña Nieto en la que no hace falta abundar pues medios
nacionales e internacionales lo han hecho con precisión; una frialdad
indescriptible de parte del Gobierno que debiera garantizar la seguridad y
tranquilidad de los mexicanos.
¿Es creíble que todo el poder del Estado Mexicano no logre tener
información por lo menos cercana a qué fue lo que pasó con ellos? ¿Qué hay más
allá de todo esto? Seguramente mucho más de lo que se dice y anuncia.
No es cuestión de hacer todo lo posible, sino lo imposible por
trasmitir algo de fortaleza y cada día que pasa el Estado Mexicano es más débil
ante los ojos de la crítica internacional, y menos creíble ante los ojos de los
ciudadanos.
¿Qué es lo que nos ha llevado a esta situación? Ayer era Guerrero, hoy
es México entero. Porqué un hecho tan grave no ha logrado cimbrar al Estado
Político Mexicano de modo tal que asome algo de conciencia social y lleve a una
reforma profunda en nuestro país para elevar la rendición de cuentas de los
gobernantes y combatir la corrupción que hoy lastima el sistema.
Es momento de poner un alto a reformas que sólo fortalecen a los
partidos políticos y a la clase gobernante; una verdadera reforma que haga
imposible que los Granier, Abarca, Montiel y muchos casos más, conocidos y no,
lleguen y abusen del poder pasando por encima de los ciudadanos bajo la
protección de un sistema partidista cómplice de injusticias y corrupción.
Guerrero nos ha desnudado, dejando ver nuestra flaqueza institucional
y la falta de un verdadero Estado de Derecho.
México nos llama, no podemos cerrar nuestros ojos ante una realidad
que por más dura que sea tenemos que enfrentar. Cerrémosle el paso a quienes no
deben llegar al poder.
Agradezco sus comentarios y
retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroa@me.com; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroao /Fb David Figueroa O.
Reseña: David Figueroa Ortega es empresario,
Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal;
Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora, entre otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario