No gana uno para sustos. Ayer despertamos con la noticia de que dos peligrosos sujetos recluidos en el Cereso 1 de esta capital, habían escapado bajo las sombras de la noche, escalando la muy alta reja de la prisión y cortando algunas cercas.
Para escalar utilizaron una cuerda artesanal (lo que habla de su profundo conocimiento de la moda y su perfil hípster) confeccionada con trozos de cobijas, sábanas, fundas de almohadas y uno que otro calzón mega reforzado.
Por las características de la fuga, uno supuso rápidamente que se trataba de dos criminales de alta peligrosidad que a esas horas de la mañana ya andaban por las calles, amenazando la bucólica apacibilidad de una ciudad que no pierde su toque campirano, salvo en aquellas ocasiones que las fuerzas ocultas salen con sus cosas.
Los delitos por los que ambos sujetos purgan condenas en Hermosillo (uno es de Hidalgo y otro de Guerrero), son lesiones y homicidio simple, respectivamente.
O sea, gente violenta. Peligrosa, pues. Rápidamente uno se imaginó a esos sujetos que treparon a las alturas y luego bajaron para perderse entre el monte, como ninjas invisibles al entrenadísimo ojo de los custodios del Cereso, burlando toda la vigilancia y haciendo gala de un entrenamiento, mínimo, del extinto Grupo Aerotransportado de Fuerzas Especiales, aquel grupo de élite de las fuerzas armadas nacionales que a la postre terminó convertido en un semillero de Zetas. Dios guarde l’ora…
Hermosillo está en peligro, pensé. Ni el Chapo Guzmán, con todo su poder y dinero escapó de los penales de alta seguridad en los que ha estado, por arriba de las bardas.
Si estos émulos de Rambo versión nativa nacional pudieron escapar de la prisión haciendo gala de su fuerza, habilidad y técnica; su sagacidad y entrenamiento, sin descartar un gran poder económico que pudo haber corrompido a custodios y directivos del penal, deben ser cosa seria.
Por lo pronto, los peligrosos sujetos movilizaron a todos los cuerpos policiacos y a las autoridades carcelarias, que se disponían a dar una rueda de prensa para explicar los hechos relacionados con tan espectacular fuga, cuando les llega la noticia de que ambos reos habían sido recapturados.
¡Gloria a Dios, hermanos! ¡La ciudad y el mundo están a salvo de la amenaza! El aparato de seguridad estatal desplegó toda su capacidad humana y operativa para dar en unas cuantas horas con los prófugos, a quienes encontraron entre el monte, allá por rumbos de la carretera a Sahuaripa, cerca de las instalaciones de Pemex, donde sus mentes criminales podrían haber planeado algún acto terrorista de letales consecuencias.
Y luego, las autoridades hicieron llegar a los medios de comunicación las imágenes de los osados delincuentes.
¡La manga, qué! Más que terror, esos tipos mueven a la conmiseración, a las ganas de ofrecerles un burrito de machaca o algo. Uno de ellos, flaco y desgarbado, con la mirada perdida, los ojos tristes y una pancita de lombriciento debajo de sus ropas raídas, miserables.
El otro, más altivo y retador; mejor vestido incluso, porque hasta traía una camiseta limpiecita y en muy buenas condiciones, de la campaña electoral de una joven que hoy es diputada local.
Más tarde, el coordinador del Sistema Estatal Penitenciario, Pedro González Avilés informaba que “se realizará la investigación pertinente sobre el personal que se encontraba en turno al momento de la fuga de ambos sujetos, para determinar las causas y circunstancias en que salieron del penal”, obviamente, para el deslinde de responsabilidades correspondientes.
Y sí hay que estar atentos a esa investigación, no sólo por las causas y circunstancias en que salieron del penal, sino por el hecho cierto de que la autoridad fue puesta en ridículo y la seguridad del penal en tela de duda, por un par de sujetos más bien famélicos y habitantes de la franja de la pobreza extrema.
Si esos dos tipos pudieron burlar la vigilancia y escapar, lo único inexplicable es cómo a estas alturas, el Cereso 1 no está vacío.
Comentaba un colega con certera puntería, que efectivamente, después de estos hechos debería haber varios ceses en los mandos del penal, no por la fuga en sí, sino por la pena ajena de que esos dos tipos, a quienes probablemente venció el hambre en algún lugar del llano, hayan evidenciado la vulnerabilidad extrema en la seguridad del penal.
Lo que hay que ver…
II
Precisa, concisa y maciza la respuesta que en unas cuantas líneas envió el dirigente estatal del PRI, Gilberto Gutiérrez Quiroz a su homólogo del PAN, Leonardo Guillén, quien ayer cuestionó las inhabilitaciones y sanciones a ex funcionarios del padrecismo, aduciendo que se trataban de una cacería de brujas y una cortina de humo para esconder la falta de resultados del gobierno estatal.
El gobierno del estado de Sonora en seis meses ha ido más lejos en transparencia, que todos los gobiernos del Partido Acción Nacional juntos.
Claudia Pavlovich Arellano es un orgullo para su partido y para Sonora. Lamento que otros no puedan decir lo mismo.
Que la justicia llegue tomada de la mano de la ley y sus procedimientos es el propósito de este gobierno estatal que va por el camino correcto. No entorpezcamos con la política lo que la justicia busca para Sonora.
Eso dice en el puntual comunicado enviado ayer por la tarde. Punto.
III
Nos tocó asistir ayer a la escuela Manuel Mirazo, donde la gobernadora Claudia Pavlovich acompañada del secretario de Educación y Cultura, Ernesto de Lucas Hopkins entregaron casi 26 millones de pesos a directivos de planteles inscritas en el padrón del programa Escuelas de Tiempo Completo.
En la Manuel Mirazo entregaron también cientos de mesabancos y dieron el banderazo de salida a tres camiones cargados con más de seis mil de esos muebles que serán llevados a diferentes escuelas del estado.
Llama la atención en estos eventos donde se entregan recursos millonarios, que mucha gente se pregunta dónde estaba ese dinero el sexenio pasado, donde se cancelaron lastimosamente hasta las becas a estudiantes, y ya ni hablar de las grandes sumas que se gastaron en la construcción de fachadas, cercas y tejabanes en el marco del programa pomposamente llamado Transformación Educativa, que lo único que transformó fue la vida de varios padrecistas que pasaron de una vida de mediana para abajo, a otra de lujos y excesos.
A propósito, extraoficialmente ha trascendido que ya se integra una nueva lista de ex funcionarios que serán llamados a la Fiscalía Especial Anticorrupción, y llama la atención porque hasta ahora sus nombres no habían salido a relucir.
La lista comienza con el ex Oficial Mayor Carlos Tapia Astiazarán, de quien se dice era la verdadera firma poderosa en la Secretaría de Hacienda. Sigue con Saúl López, ex subsecretario de Egresos; Alfredo Sánchez Sánchez, que sigue cobrando en esa Secretaría, y el ex subsecretario de Vivienda de SIDUR, Vladimiro Barbosa.
En los próximos días estaremos en condiciones de confirmar esta información.
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