Rastrillando / Mario Munguía Murillo
Charles Di Peso Corradino (1920 -
1982) conocido por su trabajo arqueológico de Paquimé, también conocido como
Casas Grandes, en los inicios de 1959, y prácticamente hasta su muerte. Su
teoría es que “Paquimé fue establecido
por los comerciantes mesoamericanos con el fin de controlar el comercio entre
Mesoamérica y el suroeste de Estados Unidos”.
Dicen los expertos que el mayor
esplendor de Paquimé fue entre 1205 a 1260 d. C., de ésa época datan las
construcciones; en ése tiempo, la zona “fue utilizada como punto de reunión
para los comerciantes nativos del grupo Paquimé que se comunicaban con las
costas del Océano Pacífico y el Golfo de California”.
La ruta del Golfo de California era
por el Rio Sonora, descubierta por Richard Pailes, y que fue su trabajo de
tesis para obtener el doctorado en 1976; presumo que yo estuve ahí, como
asistente del doctor Pailes.
La evidencia arqueológica son los
materiales de: plumas, conchas y caracoles, cerámica de diferentes tipos, más
las construidas por la propia gente del lugar que son bellísimas policromas, su
principal característica.
Entre los materiales minerales
encontrados, están el jade, obsidiana y, “cascabeles” y otras figuras elaboradas
en cobre.
La minería en México es una actividad
que antecedió a la llegada de los españoles. La población precolombina preciaba
el valor del oro y el de las piedras preciosas como el jade, la malaquita y la
obsidiana, que se utilizaban en la elaboración de ornamentos; con la llegada de
Hernando Cortez ( mejor conocido como Hernán Cortes) en 1521, dio inicio el
comercio de bienes minerales desde México hacia España. Históricamente, “la
explotación de minas por los españoles se inicia aproximadamente en 1532 y ya
para el siglo XVI, los metales preciosos representaban más del 80% de las
exportaciones históricas totales de México a la Nueva España. Las exportaciones
de oro y plata registraron un descenso después de la firma de la independencia,
fecha a partir de la cual, los metales preciosos son acumulados para ser acuñados
como monedas”.
En este contexto histórico que
seguramente la gobernadora desconoce- no tiene porqué saber todo y de todo-, el
boletín dice que “Claudia Pavlovich Arellano, anunció la inversión de 5 mil 688
millones de pesos en el clúster minero de Sonora en este año, así como la
promoción para que se refuerce la proveeduría local”.
“Me complazco –dijo ella- de poder
anunciar esta inversión, decirles que está empezando (¿?) en Sonora lo que
siempre le he apostado, le apuesto mucho a los programas sociales pero
necesitamos generar empleos porque es la única forma de realmente reducir los
índices de pobreza”.
El boletín asegura que la inversión
será para la “ampliación de operación en infraestructura de 12 empresas mineras
es el reflejo de la confianza y certidumbre jurídica que brinda el Gobierno del
Estado”. Todo en charola de plata.
Recordé el boletín del 23 de enero
del 2013, donde dice que “La empresa Álamos Gold por conducto de su subsidiaria
Minas de Oro Nacional, llegaron al millón de onzas de oro producidas de su mina
Mulatos en el municipio de Sahuaripa, Estado de Sonora”. El Presidente y CEO de Álamos Gold, John
Mckluskey, “destacó las fortalezas de Álamos Gold principalmente su política de
cuidados ambientales, seguridad e intensa responsabilidad social”.
En el aquel evento estuvieron los
directivos procedentes de Canadá, delegados de dependencias federales,
funcionarios del gobierno estatal y los presidentes de Yécora, Saúl Holguín
Valenzuela y de Bacanora Alfonso Soto. Y el gobernador Guillermo Padres Elías. Se
habló de una inversión de 16 mil millones de dólares, de 600 empleos directos,
600 familias que cuentan con ingresos y de más de mil empleos indirectos y una
derrama económica de 100 millones de dólares en el estado de Sonora.
Pero bueno, si la producción de cobre
en 2005 fue de 368,000 toneladas- por poner un ejemplo-; y en ese año, el valor de la producción de la
minería y la industria metalúrgica se elevó en un 40% para pasar de US$ 3.5
billones en el 2004 a US$ 4.9 billones en el 2005, y los estados con mayor producción de minerales
son Coahuila, Chihuahua, Durango, San Luís Potosí, Sonora y Zacatecas.
Entonces las preguntas son ¿Cuántos
billones (ojo, dije billones) de dólares ganan los consorcios mineros
extranjeros hoy? Y ¿Cuánto-realmente-dejan en el Estado?
En esta danza de billones de dólares,
existen, se supone, los cuidados ambientales, la seguridad y la responsabilidad
social, frases recurrentes por los dueños de las mineras así como de los
gobernantes en turno.
Y como en este bizarro país, todo es
de suponerse, “la Ley Minera fue diseñada con el objetivo de establecer
condiciones competitivas para las inversiones, enfocándose más a la promoción
de la minería que a su control. Un elemento central de esta legislación tiene
que ver con la prioridad que industrias extractivas y países con economías
dependientes de los ingresos por exportaciones mineras y petroleras” (Minería, comunidades y medio ambiente
Investigaciones sobre el impacto de la inversión canadiense en México. FUNDAR,
Centro de Análisis e Investigación. México, julio de 2002)
Es por esto que los cuidados
ambientales, la seguridad y la responsabilidad social, son solo palabras sin
sentido. Los pobladores de Mulatos, desde que la “minera” inicio operaciones,
han sufrido el acoso de “las guardias blancas” en contubernio con autoridades
de gobierno, el deterioro ambiental va en ascenso y las enfermedades bronco
respiratorias y todo tipo de cáncer han hecho presencia en la región. La
extracción de oro emplea grandes cantidades de arsénico y mercurio, elementos
altamente tóxicos para el humano y la naturaleza. ¿Quién controla esto?
“La minería en Sonora podría aumentar
su producción en un 40%, pues podría llegar a las 600 mil toneladas de
productos, entre ellos cobre, oro, plata, wollastonita, grafito y molibdeno,
además de un nuevo mineral con alta demanda global como es el litio”. Lo dijo Xavier García de Quevedo, presidente
de Industrial Minera México y presidente también del Cluster Minero del Estado
de Sonora. Y en mayor proporción aumentara el ecocidio, esto lo digo yo.
Pero bueno, la contaminación del Rio
Sonora es ya parte del anecdotario gubernamental y de los “clusters”; también
la derrama –y no económica- de Caborca, Mulatos, Nacozari, Álamos, ahora viene
Cucurpe más las que dejen en aras del progreso y el bienestar de las familias y
el medio ambiente.
Las empresas productoras de oro,
cobre y molibdeno son: Fresnillo Minera Penmont, Grupo México, Álamos Gold,
Molymex, Minera Autlán, Industria Peñoles, First Majestic, Timmins Gold, Yamana
Gold, Agnico Eagle, Argonaut Gold y Go Gold Resources.
Y como dijo la gobernadora Claudia
Artemisa Pavlovich Arellano el 28 de enero-fecha del boletín- del año que
transcurre, también los chiquitos tienen su corazoncito-esto lo digo yo, no la
Claudia-: “Esto va a hacer un antes y un después porque van a contar con
recursos extraordinarios y creo que aquí van a salir ganando todos, las
empresas, las comunidades y las familias que habitan los municipios del fondo
minero”-esto lo dijo la Claudia, no yo.
Se invertirán 607 mdp en municipios
mineros de Sonora, dijo en ese entonces,
y firmaron (como cada sexenio) convenio Gobierno del Estado y el Fideicomiso de
Fondo Minero. Buena noticia para los pequeños y medianos empresarios de la
industria minera en Sonora, pues ya cuentan (una vez más) con una opción de crédito accesible, con fondo
de garantía hasta por un millón de pesos, para que logren el repunte de su
negocio.
Mientras, los gambusinos
tradicionales, los pequeños mineros (los “deadeveras”) y hasta “los loncheros”
(termino que se da a los “gambusinos” que viven del engaño), ellos seguirán
realizando los trámites burocráticos para poder “explotar” su minita, y como
ellos dicen “a ver quién se cansa primero, mi abuelo y mi padre murieron en el
intento”.
Pero mejor a’i se las dejo. Se me
alargo…la columna…!!!SARAVAH!!!
@mariomunguia8
mtesota@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario